Pero como lo tenemos que llamar de alguna manera... pues le llamamos vestidor.
Está pintado de un rosa claro tirando a malva.
El armario estaba en la casa y con una capa de barniz que hacía daño a los ojos. Decidí pintarlo de blanco.
La cómoda es de pino, también estaba en la casa y la restauré yo.
El perchero alberga mi colección de bolsos de distintas épocas (todos son antiguos, años 60, 70 y 80).
En otro rincón hay un lavabo antiguo que estaba en la casa. Fue mi primer trabajo de restauración. El espejo lo encontré en el montón de cosas viejas y maderas que iban a ser convertidas en leña. Le puse un mármol nuevo y le compré una palangana y una jarra.
Las sillas que están en el medio de la habitación fueron encontradas en un contenedor y a una de ellas le faltaba el respaldo. Mi marido hizo un respaldo y las encoló y yo las pinté y tapicé.
También tengo una perchita para colgar los collares.
Lo único que hay nuevo en la habitación es la lámpara.
Queda claro que me gustan las cosas "viejitas".
Besos a todos y todas y hasta la próxima entrada en la que os enseñaré el baño.
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