Me la regalaron con una colección de libros infantiles que compré. Es de mala calidad y muuuuuy fea.
Cansada de verla, me dije "ni un día más..."
No hace falta que os cuente el proceso normal pero lo voy a hacer: lijada superficial, imprimación blanca y, lo que más me costó, elegir el color o colores.
Inspirada en el colgador de la entrada anterior, me decanté por el verde agua.
Con un color quedaba muy "plana" por lo que le añadí un color gris suave con el que pinté el sobre y la moldura de la parte de abajo.
La llevaba viendo veintisiete años y en dos tardes le dí este cambio. NO HAY EXCUSA.
BESOS